Wednesday, October 21, 2009

Poniéndonos en marcha

Primera semana en Tonga casi completada. Aún apenas hemos salido de Nuku'alofa porque Joshua ha estado trabajando todos los días salvo el domingo, y yo he estado poniendo en marcha la casa, además he estado intentando entender cómo funciona mi master online ya que comienza en menos de dos semanas.

El día que llegamos (jueves) nos depositaron en la casa a eso de las 8 de la mañana, y quedamos en que nos recogerían para comer y comprar lo que pudiéramos necesitar. Intenté dormir, pero no pude: por un lado, estaba bastante descansada por las cuatro o cinco horillas que dormí en el avión. No obstante, supongo que sobre todo es que estaba emocionadita descubriendo la casa nueva.

La comida, Fish and Chips en el "Friends Cafe" que viene a ser donde van todos los palangis (guiris en tongano, la "g" se lee "gu") temerosos de la auténtica cocina del país. Osea, yo, que ya sabéis que soy un poco rarita... Y después, a comprar una escoba y adaptadores para los enchufes. ¿Dónde? Pues en el sitio donde siempre tienen de todo... ¡en las tiendas de los chinos! Jajajaa me sentía como en casa, son igualitas!!!

Esto es una cosa que estoy descubriendo con asombro, cómo la vida en Tonga es más cercana a la de España que a la de Estados Unidos. Cosas que sorprenden a la compañera yanqui de Joshua, a nosotros nos parecen de los más normal.

También compramos algo de comida en el súper "pijo" que está en frente de la oficina de Joshua. Se echan cosas de menos, y el precio es caro para Tonga (similar a España), pero teniendo en cuenta que nos hemos enviado 15 litros de aceite de oliva, no tendré problema para hacer comidas similares a las que cocinaba en España. Los huevos... ¡qué huevos! Aquí las gallinas crecen felices al aire libre, es costumbre que las familias tengan sus animales sueltos, así que ya sabemos que gallina feliz = huevos deliciosos y con un color que ni los súper ecológicos de España. Un poco pequeñajos, eso sí, pero es que en general todos los animales se ven más flacuchos. Las patatas... ¡aaay qué patatas! Hasta friéndolas con aceite de soja salen wenas. No puedo esperar a recibir mi sartén de hacer tortillas que llegará con los primeros cinco litros de aceite para hacer una mmmmmm súper tortilla.

El viernes fui a primera hora a la oficina de Joshua ya que nos hacían un desayuno de bienvenida, y tuve ocasión de conocer a todos sus compañeros. Después se quedó él trabajando y a mi me acompañó una empleada de la oficina a dar un paseo y comprar ropa elegante para los dos. En mi caso, me compré un kiekie, y para Joshua compré un ta'ovala -ya subiremos fotos cuando nos pongamos guapos con ellos.

Después volví a casa para encontrármela llena de gente que estaban terminando de poner alambre de espino sobre la verja, tapando agujeros en las paredes, arreglando cosillas de fontanería y electricidad. También vinieron los de la compañía de internet a instalarlo. El caso es que había hombrecillos por aquí y por allá, lo más salado es que ninguno estaba trabajando, sino que parecía que estaban pasando el rato. Dos dormitaban en la terraza de arriba, otros dos o tres fumaban junto a la valla. De los tres que vinieron a lo del internet, uno le daba a las teclas mientras los otros tranquilamente sentados en el suelo de la habitación simplemente miraban la pantalla. Y es que aquí no tienen prisa alguna, es como el anuncio del Ron Malibú. Pero después de varios días aquí, se te pega esa tranquilidad así que si el fontanero tiene que venir tres días seguidos para sellar una tubería que gotea, pues que venga. Que así tengo compañía.

También estos días he empezado a moverme por mi cuenta. No me gustaba la idea de depender de taxis, o de que viniera Joshua a recogerme en el 4x4 del curro. Así que he comenzado a ir a los sitios caminando. Pero sin ir a paso de marcha olímpica. Camino despacito, como los de aquí. Como los que tienen todo el tiempo del mundo. Y para cuando llevo un poquito más de prisa, o no me apetece caminar, me compré una bici. Aparentemente es una bici chulísima de montaña pero teniendo en cuenta los 75 euros que me costó (nuevecita), no sé si me servirá para subir los lagos de Covadonga. Nuevamente me atendieron tres hombres a la vez, que cuando llegué parecía que estaban pasando el rato en la puerta de la tienda. Eso sí, cuando escogí mi bici, prestísimos los tres me la pusieron a punto: mientras uno le bajaba el sillín, los otros me hinchaban sendas ruedas.

Y comprando la bici descubrí otro tipo de tiendas que no tenemos en España (bueno, creo que hace años, en Canarias sí): los almacenes de los indios. Vienen a ser como las tiendas de los chinos pero con artículos de plástico más sofisticados (como la cosa para dejar secar los cubiertos que había estado buscando desde que llegamos) y con electrodomésticos y otros artículos electrónicos (y bicis, claro). Lo que aún no he encontrado es un cubo con escurridor para la fregona y mucho me temo que es que aquí no lo usan.

Así que poco a poco vamos descubriendo dónde encontrar las cosas que necesitamos. Ahora nos queda encontrar las cosas que NO necesitamos pero que mooolan (como la playa, que aún no la hemos pisado). A ver si este fin de semana nos vamos de turisteo por ahí.

Por cierto, os dejo una foto de mi vecina la vaca Pulu que vive en la finca de al lado. Por las mañanas nos dice Mu y nosotros le contestamos Malo e Lelei como palangis educados que somos.



4 comments:

  1. Que bueno, eso de automandarse artículos em ha recordado a un sistema que se usa en...USA, cuando se hacen grandes viajes en los que te vas a tirar varios meses fuera recorriendo grandes distancias para evitar cargar con el peso que supone levar comida para tantos días.

    Por cierto "Turisteo" que gran palabra! ;)

    Besos!

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  2. Tu crees que no vas a encontrar un cubo de la fregona, a mi lo que me sorprende es que tengan fregonas. Aunque parezca mentira es uno de los articulos mas dificiles de encontrar fuera de España.

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  3. sí es cierto, Vlady, me lo contó Joshua que cuando hagamos la Apalachian Trail (o como se escriba), que te tiras 3 o 4 meses pateando, haces eso mismo, te envías cosas a oficinas de correo de pueblos por los que pasas... ya te contaré cuando la haga jejejee


    flix! Pues la verdad es que tienes razón, de hecho le dije a Joshua que deberíamos mandarnos la fregona, que al ser invento español (o eso creo) no la encontraríamos. ¡y mira tú por dónde! Pero tener fregona y no tener escurridor es como tener patatas y huevos sin una sartén para hacer la tortilla!!!! :-p ...algo inventaré que pa eso me hice ingeniera, digo yo

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  4. Me alegro de que os vaya tan bien, y esteis ya tan asentados! No hablas aún de la habitación de invitados de la que espero hacer uso pronto :)

    Hasta hoy creía que el traje de fallera, era el traje regional más antierótico que había en España. Pero viendo el kiekie, a pesar de lo estrambótico, me doy cuenta de que puede llegar a ser incluso sexy comparado con el de las valencianas. Las falleras empiezan a adquirir rango internacional en los trajes regionales antilíbido.

    En cuanto a la solución para el escurridor de la fregona, seguro que en los almacenes indios de los que hablas encuentras grandes inspiraciones, me viene a la cabeza... un escurridor de pasta bien acoplado.

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