Tuesday, October 12, 2010

El Parque Metropolitano

Hoy por fin hemos llevado la cámara de fotos a nuestro paseo por el Parque Metropolitano. Se trata del parque que está pegadito a nuestra casa -nuestro jardín, como a Joshua le gusta llamarlo-, si bien más que un parque es un bosque. Es como llamar "parque" a la Casa de Campo de Madrid...

La gran ventaja que tiene es que nos pilla aquí al lado, así que no hay que mover el coche para llegar a él. Es cierto que entramos por un acceso secundario, pero ya hemos visto que tardamos sólo unos 20 minutos en llegar a la zona de los miradores... ¡impresionante!. Desde el primer mirador hay una vista del volcán Cotopaxi -casi 6000 metros y siempre cubierto de nieve:


De todos los volcanes que he visto es por ahora mi preferido porque es un cono perfecto. Sus laderas son un Parque Nacional que tenemos pendiente visitar...

Caminando rumbo al norte nos encontramos con el mirador del Cayambe, con vistas al volcán del mismo nombre:


Este volcán está prácticamente situado sobre la línea del Ecuador, y es el que vimos de camino a Otavalo hace unas semanas. También hay unas bonitas vistas del Pichincha, pero ese nos da los buenos días todas las mañanas cuando venimos al cuarto de estar así que no nos ha dado tanta alegría verlo.


Como decía, es un lujo estar junto al Parque Metropolitano porque te puedes dar un buen pateo como si hubieras salido de excursión al monte. Está situado sobre una montaña cuya ladera oeste da hacia Quito y la ladera este cae vertiginosamente hacia lo que llaman aquí "El Valle" (posiblemente unos 800 metros más bajo que Quito). Hay pistas de adoquines, senderos anchos y bien marcados, senderos más estrechos y también puedes aventurarte campo a través, ya que tomando como referencia el Cayambe, el Cotopaxi y el Pichincha, no te puedes perder. Así que nos hemos puesto a explorar...



Mientras tanto Matteo ha estado dormitando feliz en su bandolerita:


En el parque también hay una ruta que creo que se llama "de las esculturas" y es que hay distintos tipos de esculturas enormes que te encuentras por cualquier parte. Una silla gigante de bloques de hormigón hacia la que se están acercando un grupo de galápagos de piedra, una agrupación de pizarras que recuerda vagamente a Stonehenge, o esta extraña composición de "antiárboles" con las raíces apuntando hacia el cielo:


Interesante. Y, cómo no, nuestras amigas las llamas que de cerca son aún más bonitas si cabe...



Tuesday, October 5, 2010

¡Golpe de Estado!

El sábado cuando estábamos sacando dinero en el cajero para hacer la compra le dije a Joshua: "creo que deberíamos dejar unos 100 dólares en efectivo en casa, porque en cualquier momento hay un golpe de estado y los bancos apagan los cajeros". A lo que él me respondió "buena idea, aunque no te creas que hay golpes de estado tan a menudo". "Mmmmm... no sé no sé, ¡llevo poco más de un mes aquí y ya llevo uno!".

El jueves amaneció bonito: el viernes estaba cerca, Joshua fue a trabajar más tarde porque tenía una reunión a las 9 en la embajada y había rumores de una huelga general de transportes para el lunes -y en caso de salir adelante, ese día trabajaría Joshua desde casa. A eso de las diez y media me llamó diciéndome que había huelga de policías y que mejor esa tarde no saliera a pasear por ahí. Media hora más tarde me volvió a llamar a ver qué tal estaba (???? ¡pues igual de bien que hace media hora!) y a decirme que no me preocupara. Y claro, cuando te dicen que no te preocupes, es cuando empiezas a sospechar que algo no va bien del todo.

Así que empecé a buscar información en internet sobre qué estaba pasando, leyendo periódicos nacionales, españoles y estadounidenses. Me suscribí al twitter de la presidencia de Ecuador.En todo momento estaba tranquila, porque lo que veía desde mi ventana era un jueves cualquiera: coches circulando (¡incluso autobuses!), personas en el parque de al lado...

Hacia el final de la tarde ya tenía mi versión de lo ocurrido. Mi versión es tan buena -o mala- como cualquier otra porque no sabermos todo lo que se cocía en la sombra. Pero ahí va: el gobierno aprobó una ley que recortaba los beneficios de los policías (quienes, por otro lado, han visto su sueldo incrementado más de un 100% en los últimos 4 años). Así que se pusieron en huelga para protestar. La huelga se tornó violenta y el presidente Correa resultó herido cuando fue a dialogar con los policías en un cuartel. Entonces le llevaron al Hospital de la Policía donde le tuvieron prácticamente secuestrado durante varias horas. En ese tiempo hubo algo de pillaje -sobre todo en Guayaquil, he oído-, manifestaciones de apoyo a Correa, rumores de que el Ejército del Aire apoyaba a los policías (????? ¿pero no que ésto era por los bonos de los polis?), reuniones entre Correa y representantes de los policías y el intento de tomar la televisión pública por un grupo de personas entre las que había allegados al presidente anterior Lucio Gutiérrez.

Lo que es cierto es que los policías estaban descontentos por la nueva ley, pero al parecer también estaban bastante desinformados de los términos de esta. "Alguien", que pudo ser el ex presidente u otro con ansias de poder, se encargó de desinformar y azuzar a los polis y estaba listo para actuar si la huelga desestabilizaba el país lo suficiente (si no, a santo de qué los diferentes cuerpos del ejército andaban tomando partido). Pero afortunadamente esto no ocurrió, por muchos motivos... entre ellos la firmeza de Correa, el apoyo popular que tiene y el de la comunidad internacional, especialmente Unasur que se reunió de urgencia esa misma noche en Buenos Aires.

Increíblemente el viernes por la mañana parecía un día cualquiera, a lo largo de esa jornada volvieron a trabajar los policías. El fin de semana ha sido totalmente tranquilo. ¡Viva Ecuador que ha defendido su democracia! ¡Viva la valentía del Presidente Correa!

Monday, September 27, 2010

El Quito antiguo

El otro día las llamas han vuelto al prado de detrás de casa, y esta vez he tenido las manos libres para hacerles una foto. Yo creo que vienen para recordarme que es verdad, que estamos a 3000 metros de altura en plenos ANDES y no en Galicia.


Por lo demás, Matteo ha tenido una intensa semana durante la que ha estado haciendo sus deberes de pasar al menos 15 minutitos diarios sobre la tripilla. Por ahí me dicen que le dan un "destaca" y la verdad es que sus fondos han mejorado mucho mucho y tan fuertecitos se le están poniendo los brazos que el otro día se dio la vuelta sin querer -pero fue todo tan rápido que el pobrecillo no se fijó de cómo lo hizo y por más que intenta repetir la hazaña, no lo consigue.


Y entre deberes y deberes lo que también ha habido han sido muuuuchas sonrisas:


Pues bien, ayer sábado retomamos nuestras actividades turísticas y decidimos acercarnos al casco antiguo de la ciudad -que junto con Cracovia fue el primero en ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Lo primero un buen desayuno:



Y después, de camino al centro, nos pasamos por la tienda de Honda a ver qué motico nos compramos. Necesitamos un segundo vehículo para que vaya Joshua a trabajar porque si no, yo no puedo salir de casa en todo el día (aaaaay bendito Metro de Madrid, incluso benditos autobuses de la EMT!). El caso es que estamos totalmente en contra de tener dos coches y sin embargo, una motico nos hace tilín. Así que hemos decidido comprar una de 125 -teniendo en cuenta que es para ciudad, no necesitamos más- pero en vez de estilo scooter como la Vespita, pues una de las otras, y con marchas, para ir aprendiendo. Esta ha sido la elegida, pero en color negro que canta un poco menos:


Bueno, pues cuando tengamos nuestra documentación en regla, allá que vamos a por ella. Brrrrm brrrrrm!!

Del concesionario al centro, y después de un atasco y los típicos problemas del aparcamiento, comenzamos nuestro paseo. Casualmente dejamos el coche prácticamente junto a la catedral, que es considerada la más antigua de toda América del Sur. Bonita lo es un rato...


Además desde que nos hemos estado viendo la serie de "Los Pilares de la Tierra", como que miras las catedrales con otros ojos...


Se podía subir a lo alto de las torres por un módico precio de 2 dólares (los extranjeros, nacionales pagan la mitad) pero yo llevaba a Matteo colgado en la bandolerita y no tenía muchas ganas de subir escaleras. ¡Bastante con las cuestas de la ciudad!


Después de esto nos dedicamos a callejear. la verdad es que apetece pasear por las calles porque están bonitas y limpias y te sientes trasladado unos cuantos siglos atrás...


El Palacio Presidencial tiene los típicos guardias-estatua con los que la gente se hace fotos, nosotros nos limitamos a fotografiarlos de lejos:


Muy monos ellos...   Y como Matteo sigue comiendo cada 3 horas clavadas, llegó el momento de buscar un sitio tranquilito donde darle de comer. Encontramos un restaurante chiquitito y poco frecuentado donde además de comer el nene, comieron la mamá y el papá. ¡¡¡¡Y lo hicieron de bien!!!!


Y una vez bien comidos, un poco más de paseíto...


...y vuelta a casa a descansar!!!


Tuesday, September 14, 2010

En el Parque de la Carolina


El Parque de la Carolina está muy cerquita de nuestra casa, basta con bajar la cuesta y allí nos lo encontramos. Es el segundo domingo que vamos a pasear por allí porque nos ha encantado y no hacemos más que descubir cosas que hacer en él. No podemos esperar a que Matteo sea un poquito más grande para que lo disfrute también él. 

Es un parque de estos que se usan de verdad, y los domingos se llena de familias jugando al balón, haciendo un picnic, paseando en bici...


Aunque no lo parezca en la foto está en el centro de la ciudad, pero es tan grande que se te olvida que estas en ella. Alrededor hay un carril bici que también lo atraviesa en varios puntos, para el que no quiere dar la vuelta entera al parque. Tiene también una pista como las de atletismo, varios campos de fútbol, canchas de baloncesto, de tenis. Alberga el jardín botánico -al que no hemos entrado de momento pero merece una visita-, varios museos pequeños y un planetario. También nos sorprendió que tiene una pista para hacer bicicross!



Hay unos canales artificiales donde puedes alquilar pedaletas para pasar el rato...


Y una especie de skate park que lo usan sobre todo para hacer locuras con la bici:


También el "área de caballos" donde tu nenito puede dar una vuelta montado en uno... ¡Ya sabemos dónde va a montar por primera vez Matteo una vez que sea un poco más mayor!


Para los niños además hay varias zonas de columpios y de pequeñas atracciones sin muchas pretensiones...


Y puestos de comida, muchísimos puestos de comida. En especial, como el de la foto de abajo...


No sé qué será el chochito en cuestión, ¡pero había una cola de 10 minutos en este puesto!

Y, ¿qué hacía Matteo en esta ocasión? Pues nada, disfrutar del paseo como mejor sabe... echándose un siestón de los de pijama y orinal.


Conclusión, el Parque de la Carolina nos ha gustado mucho, mucho. También te ayuda a entender por qué los ecuatorianos en Madrid hacen tanto uso del Retiro o de la Casa de Campo, y es que están acostumbrados a disfrutar los parques de sus ciudades, a salir a la calle siempre que el tiempo lo permite. 

A ver si la semana que viene exploramos el Parque Metropolitano, que está justo junto a nuestra casa. Este parque es más bien como un bosque, con colinas, barrancos y senderos. Vamos, como tener las montañas a cien metros de la puerta de casa. Claro, como estamos en las montañas...

Hablando de montañas, una vista desde el parque del volcán Pichincha que preside toda la ciudad. ¡Ay qué ganas de acercarnos a su cumbre! Pues eso, que en Quito no vamos a poder aburrirnos   :-)


Monday, September 6, 2010

Otavalo

Ayer sábado hicimos nuestra primera excursión fuera de la ciudad. El destino escogido fue Otavalo, un pueblo que está a menos de 90 km de aquí, tomando la Autopista Panamericana hacia el norte. 


Decir que la Autopista Panamericana de "autopista" lo único que tiene son los peajes (dos en todo nuestro recorrido, por un importe total de un dólar y sesenta centavos) como se puede ver en la foto de arriba. Señalar también que la doble línea amarilla en el centro de la calzada, aquí no significa "prohibidísimo adelantar" sino más bien "adelantar con cuidadiño". Son tan comunes los adelantamientos a lo loco que los coches que vienen en el sentido contrario no pitan ni se cabrean, sino que se limitan a echarse hacia el arcén para que quepan los tres coches en la calzada. También se ven adelantamientos dobles a menudo. Y no me refiero a lo de adelantar dos coches a la vez (eso no es nada, lo suyo es adelantar un camión, una furgoneta, un autobús y tres coches de una tacada), sino el que cuando tú estás adelantando a un coche de repente miras a tu izquierda y ves que hay otro coche adelantándote a ti.



Bueno, suficiente sobre la Panamericana. Hicimos dos horas de camino recorriendo paisajes increíbles. Pensaba que no iban a salir las fotos desde el coche así que apenas hice ninguna. Pasamos del Hemisferio Sur al Hemisferio Norte, atisbamos un volcán altísimo totalmente cubierto de nieve (y prácticamente de nubes), vimos barrancos sin fondo y cuando parecía que estábamos en el valle, de repente aún veías otro barranco surcándolo. Continuamente veíamos desniveles impresionantes, de más de 1500 m, tanto hacia arriba como hacia abajo.



Al llegar a este lago sabíamos que ya estábamos cerquita de Otavalo. La atracción de Otavalo los sábados es el mercado de artesanías que ponen en una de sus plazas y que se extiende por varias calles a su alrededor. Es como el rastro de Madrid, pero mucho más colorido -y debo decir que con un poco menos de gente, lo que es de agradecer. ¡¡¡Este mercado es el paraíso de los pantalones yonkis!!! Tienen absolutamente todos los colores y toditísimas las tallas. También chaquetas, ponchos, zapatillas de andar por casa de todos los colores del arco iris. Y bandejas, cuencos, láminas pintadas... ...en fin, todo lo que un mercado de artesanías que se precie tiene. No hicimos fotos para no llamar la atención sobre nosotros -y convertirnos en objetivo de ladronzuelos- pero buscando en google no faltan imágenes. 

Después de una hora dando vueltas y gastándonos los dineros nos metimos en un sitio a comer. El menú del día costaba un dólar con 75 centavos, pero decidimos comer a la carta: dos platos combinados y dos bebidas por 6 dólares. ¡Así da gusto salir de casa! Casi me costaron más caras las chuches que compramos de camino al coche, dólar y medio por seis míseras gominolas... pues eso, casi lo mismo que el menú del día. Y después de darle de comer a Matteo en el coche, fuimos rumbo a la laguna de Cuicocha pasando por Cotacachi. Viajando con un bebé hay que optimizar tiempo, así que lo de parar en Cotacachi lo dejamos para otro día. En este pueblo se dedican a trabajar el cuero, y prácticamente todas las tiendas son de ropa, zapatos u otros artículos de cuero. 


La laguna de Cuicocha está en una reserva natural, a los pies del volcán Cuicocha. Su origen es una chimenea de una de las erupciones del volcán. En el centro de interpretación hay una representación muy clara de cómo se formó -así como del origen de los dos islotes que tiene en el centro, fruto de la solidificación de la última lava que salió de la chimenea. 



Al parecer hay una ruta que da la vuelta a la laguna, y que nos quedamos con ganas de hacer, pero no era el día más apropiado para ello ya que el coche estaba lleno de cosas, no llevábamos calzado adecuado, estaba empezando a llover y además Matteo nos dijo que era hora de ir volviendo a casa. ¿Que cómo nos lo dijo???? Pues de la única forma que sabe el pobre...


Así que hicimos una última foto y emprendimos el camino de vuelta a casa -aunque quedan pendientes varias visitas más a hacer todas las cosas que nos dejamos por hacer.


Friday, August 27, 2010

¡Estamos de vuelta!

Pues continuamos el Mohe Ofi, esta vez desde Quito. Diría que vamos a estar aquí entre año y medio y cuatro años, pero después de lo poquito que nos duró Tonga ya no me atrevo a decir nada.

Matteo nació puntual como él solo en el día que le esperábamos -12 de julio. Fue entonces cuando empezamos a hacer preparativos para venir aquí. Nos recomendaron que no viniéramos sin haberle pinchado la primera ronda de vacunas, la de los dos meses, pero que se pueden poner a las 6 semanas, así que contamos 6 semanas y pedimos cita para ponerle las vacunas el día 24 de agosto y poder volar a Ecuador el día 25. Joshua, de cualquier forma, tenía billete para el día 15 porque el 16 se incorporaba en su nuevo puesto de trabajo.

Tras unas cuantas vicisitudes y muchos que si sí, que si no, al final logramos el objetivo: fijar la salida de Matteo y mía para el día 25 a las 2 de la tarde en el vuelo de LAN. Solicité previamente el servicio de cuna (es una cunita que te ponen delante del asiento cuando viajas con un bebé) pero me lo denegaron porque la única cuna del avión ya estaba asignada. Así que llegamos al aeropuerto a las 10 de la mañana a ver si al menos conseguía un asiento en la fila donde no tienes a nadie delante.

Cuando llegamos, nos encontramos con una fila larguísima frente a los mostradores de LAN... ¡cuatro horazas antes de que saliera el vuelo! Nos pusimos a esperar pero en estas que pasó un hombre de la compañía y al ver a Matteo, nos preguntó si el bebé viajaba. Yo le dije que sí e inmediatamente nos sacó de la fila y nos llevó al mostrador de Business. Allí nuevamente me confirmaron que no podía disponer de cuna, pero me asignaron la fila 12 -la primera de la clase turista- y me bloquearon el asiento que estaba junto al mío para que tuviera un poco más de espacio. Además me indicó la azafata de tierra que consultase con la tripulación si podían poner ahí el maxi-cosi para poder dejar a Matteo dormir ahí y no tener que llevarlo las casi 12 horas de vuelo en brazos.

Monté en el avión y una azafata me dijo que tendrían que bajarlo a la bodega, pero entonces se acercó la jefe de cabina y dijo que dado que business iba vació, que meterían allí el maxicosi para el despegue y luego, si efectivamente no tenía a nadie al lado, podría ponerlo ahí. ¡Dicho y hecho! ¡¡Qué lujazo de viaje!! Y además el gordito se portó de maravilla. No quiero decir que fuera todo el camino dormido, ni que no llorase ni un poquitín, pero lo cierto es que apenas lloró nada, me dejó hacer las dos comidas, leer dos revistas enteras y ver una peli: ¡qué joyita!

Cuando ya estábamos llegando a Quito aluciné. Sabía que la ciudad está en un valle -lo que quiere decir que está rodeada de montañas. Pero no imaginaba lo bonitas y majestuosas que iban a ser estas montañas. El próximo domingo hacemos nuestra primera excursión, a un lago que está rodeado de montañas, así que empezaré a poner fotos entonces. Hasta ese día me contento por mirar por los ventanales de casa al Pichincha, un volcán enorme que está en frente de nuestro salón. O en cuanto me aposente, daré un paseo por el parque Metropolitano que está junto a nuestra casa y más que un parque es un bosque entero.

Vamos a disfrutar Ecuador. Y parece que a Matteo le gusta, porque no le ha costado nada dormir su primera noche aquí y esta mañana sonreía sin parar.

Sunday, May 9, 2010

De despedida

Bueno, pues a mi me queda menos de una semanita en Tonga. El próximo sábado volamos juntos a Miami Joshua y yo: él va a una conferencia de una semana en la República Dominicana, y yo pasaré tres días en Sanibel con su familia antes de viajar a España. Después de su conferencia, Joshua vuelve a Tonga para otras casi cinco semanas y llegará a España dos semanas antes de la fecha estimada del feliz acontecimiento -así que esperemos que Matteo no se adelante demasiado. 

Así que el viernes me hicieron un té de despedida en la oficina de Joshua, me dedicaron unas palabras muy bonitas y yo voy y cuando me tocaba soltar mi discurso, pues me echo a llorar. ¡Si es que no se puede intentar hablar en público con las hormonas revolucionadas!


Lo de los dedos haciendo la victoria les pareció de lo más gracioso así que me tuve que hacer la foto de esta guisa... ...como podeis leer detrás, pone que me echarán de menos... ¡y a mis galletas! -que de veras van a echar de menos, porque últimamente venía preparando cinco docenas cada par de semanas...

 
Aquí ya queda poco del té... las galletas han volado, y las magdalenas de coco de Helen también... 


Ayer sábado tuvimos el festolín aquí en casa... Invitamos a toda la plantilla de la oficina de Joshua, junto con sus familias, y algunos amigos tonganos. Total, que esperábamos a algo así entre 30 y 60 personas. Así que empezamos a cocinar el miércoles (Joshua hizo dos lasagnas descomunales), seguimos el jueves (con el perolón de chili con carne y las doce docenas de cookies) y el viernes fue un poco más relajado (ensalada campera gigante). También compramos un cerdito para asarlo al estilo tongano:


¡¡¡¡¡MMMMMM!!!!!


¡¡¡¡¡¡mmmmm MMMMMMM!!!!!! Indudablemente, lo mejor de la fiesta.

Mientras el cerdito se tostaba, yo hice también una paella...



...fueron llegando los invitados, que se quedaban fuera al aroma del cerdito mientras terminábamos de ultimar detalles, preparando las fuentes de comida...



Y afilando los cuchillos para atacarle al cerdito...



¡¡¡¡¡¡AL ATAQUE!!!!!!


...Aaaaaay esa piel tostadita qué buena que estaba!!!!!

Bueno, a partir de aquí nos pusimos a comer comer comer comer y claro, no hay fotos. Toda una fiesta tongana, de la que apenas tenemos sobras porque aquí cuando se van los invitados, se llevan un poquito de las sobras (¡¡¡cómo me gusta eso!!!! Así, cocinas sin remordimientos de que se vaya a echar nada a perder). Y tanto comimos, que esta mañana, cuando me he levantado, tenía la tripa así de gorda...


¡¡¡¡¡AHHHH NOOOO!!!!!  ...que es Matteo...     :-))))))